October 15, 2024

Los Yankees de Nueva York invirtieron mucho dinero en Carlos Rodón durante la agencia libre, pero esa inversión no garantiza que la decisión de Aaron Boone de usarlo como abridor en el Juego 1 de la ALCS sea la más lógica.

Idealmente, el as Gerrit Cole estaría en el montículo contra los Guardianes el lunes por la noche, pero su rotación no coincide con el inicio de la serie, lo que obligó a Boone a tomar una decisión difícil sobre el abridor.

Aunque Clarke Schmidt tuvo un buen cierre de temporada y era una opción viable, Boone optó por Rodón, creyendo que su experiencia y talento ofrecían mayor seguridad.

Rodón fue el segundo abridor del equipo durante gran parte del año y fue contratado específicamente para brillar en momentos cruciales de postemporada. Sin embargo, Schmidt y Luis Gil tenían pocas posibilidades de desplazarlo debido a su limitada experiencia en playoffs.

Elegir a Rodón implica riesgos significativos. Los bateadores diestros de los Guardianes, como José Ramírez, podrían aprovechar sus debilidades contra lanzadores zurdos. Además, mantener a Gil en el bullpen podría perjudicar al equipo más adelante en la serie, ya que no ha lanzado desde el 28 de septiembre y podría perder ritmo.

La naturaleza inconsistente de Rodón añade incertidumbre. Boone confía en su capacidad para rendir bajo presión, pero esta es una decisión que podría marcar el rumbo de la postemporada y afectar el futuro del mánager con el equipo.

Con los Yankees buscando su primer título de Serie Mundial en más de una década, este movimiento arriesgado podría consagrar a Boone o atraer duras críticas si fracasa.

 

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