En los últimos años, La Liga ha trabajado activamente para expandir el alcance global del fútbol español.
Como parte de este esfuerzo, la liga ha propuesto trasladar el próximo partido entre Barcelona y Atlético de Madrid, originalmente programado para jugarse en Montjuic, al Hard Rock Stadium en Miami, EE. UU. Este movimiento marcaría un paso significativo para llevar partidos de La Liga a una audiencia internacional.
Aunque la idea de jugar un partido de La Liga en el extranjero fue controvertida en el pasado, las relaciones mejoradas entre el Barcelona y La Liga han abierto la puerta para este tipo de iniciativas. Sin embargo, el Barcelona ha establecido una condición clara para aceptar jugar en Miami, según informó Catalunya Radio.
El Barcelona está dispuesto a enfrentarse al Atlético en Miami, sacrificando la ventaja de jugar en casa, pero exige una compensación económica adecuada. El club perdería ingresos por la venta de boletos en su estadio, los cuales quiere que La Liga compense. Además, La Liga acordó organizar vuelos especiales para los aficionados que deseen viajar a Miami, dando prioridad a los seguidores del Barcelona para ayudar a mantener un ambiente “de casa”.
Más allá de la compensación económica, el Barcelona también busca flexibilidad en el cumplimiento de las normas de fair play financiero, una consideración crucial dada la situación económica del club. La ganancia potencial de esta propuesta, estimada en unos 6 millones de euros, proporcionaría los recursos necesarios para el Barcelona, especialmente en sus esfuerzos por registrar a jugadores como Ronald Araujo y Andreas Christensen para la segunda mitad de la temporada.
La relación fortalecida del club con el presidente de La Liga, Javier Tebas, ha hecho posible esta colaboración, reflejando un objetivo compartido de expandir la marca de La Liga a nivel internacional.